BACALAO CON NATAS EXPRÉS (PORTUGAL)

Ingredientes:

500 g de migas de bacalao de buena calidad (recomiendo Gadus  Morhua)

200/250 g de patatas fritas paja de bolsa

1 litro de leche entera

1/2 litro de bechamel (he usado Parmalat)

1/2 litro nata espesa para cocinar (he usado Président)

250 g de cebolla troceada congelada (he usado Findus)

1 cucharada sopera bien llena de ajo picado congelado (he usado Findus)

60 g de queso parmesano rallado 

2 cucharadas soperas de pan rallado fino

Aceite de oliva

Sal

Pimienta

Elaboración:

Desalar el bacalao en abundante agua fría y cambiarla dos o tres veces. No doy tiempos porque lo mejor es que vayáis probando el bacalao cada dos o tres horas ya que el tiempo dependerá del grado de salazón que tenga el bacalao que utilicéis. Es preferible que quede un poco sabroso antes de cocinarlo porque si se desala demasiado perderá todo el sabor. Las migas tardan muy poco tiempo en desalarse. 

Ponemos las patatas fritas paja en un bol con el litro de leche y dejamos remojar removiendo de vez en cuando. 

Una vez desalado y escurrido repasamos bien para que no quede ninguna espina y reservamos. 

En una sartén amplia y profunda (o una cacerola) ponemos un chorro generoso de aceite en el fondo y agregamos la cebolla y el ajo congelados, dejamos pochar hasta que esté transparente. 

Colamos las patatas fritas que tenemos con la leche y las incorporamos junto a la cebolla y el ajo, dejamos dos o tres minutos todo junto mientras removemos para que se integre todo bien, pasado este tiempo ponemos el bacalao que teníamos reservado y la pimienta (a mi me gusta que se note, pero la cantidad según el gusto de cada uno) y mezclamos un minuto. 

Incorporamos la nata y cocinamos, sin dejar de remover, hasta que tengamos una mezcla cremosa pero espesa. Probamos y añadiremos sal si fuese necesario, en caso afirmativo damos unas cuantas vueltas más para que quede bien repartida. 

Colocamos la mezcla en una bandeja que pueda ir al horno y posteriormente a la mesa, sin llenarla hasta el borde (dejaremos unos dos dedos).

Cubrimos bien con la bechamel y extendemos encima el queso parmesano mezclado con el pan rallado. 

Llevamos al horno para gratinar hasta que quede una capa dorada y crujiente.